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Breve Historia:
El 17 de mayo de 1943, a un mes
del levantamiento del Ghetto de Varsovia y en medio del viraje que
se estaba produciendo en la guerra contra los nazis, se funda en
Cuba la Logia Maimónides de la B'Nai B'Rith, reconocida por
la Oficina central en Washington con el número 1516 e inscrita
en el Gobierno Provincial de La Habana bajo el número 12700.
La rama cubana se configura a partir
de los patrones de referencia de la B'Nai B'Rith International,
la más antigua y mayor de las organizaciones fraternales
y educacionales hebreas, que fue creada en octubre de 1843 para,
según sus propios estatutos:
Unir a los israelitas en el empeño
de promover elevados propósitos en bene-ficio de los mismos
y de la humanidad en general; de desarrollar y elevar el carácter
moral y espiritual de las gentes de nuestra fe; de vincular los
princi-pios más puros de caridad, honor y patriotismo; de
sostener las ciencias y las artes; de aliviar las necesidades de
los pobres; de visitar y atender a los enfermos; de acudir al rescate
de las víctimas de toda clase de persecucio-nes y de proteger
y asistir a las viudas y los huérfanos, de acuerdo con los
principios más amplios de la humanidad.
Su nombre quiere decir Hijos
del Pacto y su emblema es la Menorah, candelabro de sie-te brazos
significando los del lazo izquierdo luz, justicia y paz, los del
derecho benevo-lencia, amor fraternal y armonía y el del
centro, la verdad.
Objetivos
En el artículo 3 de los Estatutos
se define que los fines de esta logia, de acuerdo con los principios
de esta organización existente en numerosos países
del mundo, son los de promover la cultura, visitar y atender a enfermos
y tratar de ayudar a los necesitados, entre los judíos que
viven en Cuba.
Para ello existen varias comisiones
de trabajo: Solidaridad, Cultura y Festejos y Socios.
Las tareas de solidaridad
se refieren a la ayuda mutua entre los miembros y de la Logia a
personas necesitadas en general de la comunidad judía. Sin
convertirse en una socie-dad de beneficencia a la vieja ultranza,
la Logia encamina sus esfuerzos a ayudar a los más necesitados,
de una forma fraternal.
Directiva
Lic. Isaac Roussó, Presidente
Eng. Simón Goldstein, Vice-Presidente
Lic. Jacobo Barlía, Secretario
Julio Wiznia, Tesorero
Dra. Rosa Behar, Vice-Tesorero
Miembros
Eugenia Aeronovna Maliutina
Donna Albalah Levy
Lourdes Albo
Esther Asís Córdova
Salomón Balí Levy
Isidoro Baly Maya
Zoia Barach
Jacobo Barlía Arrieta
Rosa Behar Hasday
David Behar Dueñas
Roberto Behar Machulan
Israel Blumenkrantz Kaufmar
Salomón Bradman Turnowska
Ana María Cheni Sanchez
Mauricio Ciokler
Pablo Corrales Susi
Orlando Carlos del Risco Arado
Adela Dworin
Víctor Aarón Elnecavé Levy
Lázaro Elnecavé Torres
José Esquenazi Mitrani
Jaime José Esquenazi Felosztajy
Eugenia Farín Levy
Alberto Fernandez Barroca
Roberto Fernández-Fis
Pablo Fundora Piñeyro
Ana María García
Simón Goldstein Rosenflu
Isidoro Guerón
Ana Guinzburg
Susana Hasday Niego
Yolanda Heller Martínez
Nelsa Hernandez Reyes
Yolanda Igelco Tykolinska
Esther Jequin Savariego
Rebeca Langus
José Levy Tur
Raysa María Levy Jarel
Kenya Levy Mas
Grisel Lorenzo Levy
Shirley Maya
Alberto Mechulam Cohen
José Miller
Aylet Ojeda Jequín
Isaac Parra Grimburg
Mario Felix Parra Grinberg
David Pernas Levy
David Prinstein Señorans
Nereida Quintana Maya
Isaac Roussó Lilo
Luis Roussó
Benny Rutkevich Vainstock
Claudio Scherle
Elda Sevy Botton
Luis Sklarz Tejblum
Carlos Solomón Sansó
Salomón Sussi Sarfati
David Tácher Romano
Esther Toruncha
Raúl Vázquez Babani
Sofía Zubareva
Luis Winograd K.
Julio Wisznia Hepner
Samuel Zagovalov Montero
Frida Zaitman Bimblich
Alberto Zilberstein Toruncha
José Zilberstein
Actividades
que realiza
La B'Nai B'Rith de Cuba tiene dos
vertientes de trabajo: La ayuda a los más necesitados y por
otro lado, actividades culturales con los miembros de la Logia,
aunque aspiramos a ampliar rápidamente el radio de acción
y extenderlo a sectores de la comunidad judía cubana y también
a intercambiar con los no judíos.
En el primer aspecto, de ayuda a
los necesitados, desde el año 2002 se creó el Fondo
Tzedaká conjuntamente con el Cuban Jewish Relief Committee,
radicado en Pittsburg, y dirigido por nuestro hermano Stanley Cohen.
Este fondo tiene como objetivo ayudar a personas muy necesitadas,
especialmente aquellos que con más de 70 años de edad,
se encuentran sin apoyo familiar o con pensiones de jubilación
cuyo monto les es insuficien-te. Consecuente con esta tarea del
Fondo, ha ido surgiendo otro, al que hemos llamado Fondo de Emergencia,
cuyo objetivo es ayuda puntual a familias que en un momento determinado
tengan que afrontar una eventualidad para lo que no dispongan de
recursos suficientes. Tal es el caso de reparación de la
casa o de algún equipo electrodoméstico de gran necesidad
para la familia. Para éste último, hemos estado recibiendo
ayuda generosa de otras organizaciones fraternas, tales como Cuba
Jewish Connection, radi-cada en California, dirigida por Stanley
Falkenstein; Cuban American Jewish Misión, con sede en Oakland
y dirigida por los esposos June y Dr. Robert Safran; la Sephardic
Friends, radicada en Tustin, California, y lidereada por Roe Gruber;
y la JCC de la ciudad de Atlanta, a cuyo frente está Miriam
Saul.
En cuanto a la actividad cultural,
hemos dado los primeros pasos para que al menos una vez al mes,
los miembros de la Logia, participen en una conferencia o cine debate
sobre algún tema judaico.
Logros
y planes futuros
La creación y desarrollo
del Fondo Tzedaka ha sido un paso decisivo en el renacer de nuestra
Logia B'Nai B'Rith. Nos ha permitido demostrar que somos capaces
de desarro-llar un proyecto con seriedad, sin estridencias y con
una gran transparencia. Entre la comunidad judía de Cuba,
porque con la ayuda, financiamiento y coordinación del Cu-ban
Jewish Relief Committee, hemos desarrollado un proyecto en el que
ya han recibido ayuda cuarenta personas, realmente necesitadas,
y a las que sólo les hemos puesto una condición, merecer
ser ayudado. Cuando una persona comienza a recibir los beneficios
de este proyecto, se le entrega una carta en la que entre otras
cosas, dice:
...Esto no debe ser tomado como una
obra de caridad. Como usted ha visto, el Fondo lleva el nombre de
Tzedaká, que en hebreo significa Justicia. Como tal, esto
no es un derecho vitalicio, sino algo que en este momento hemos
creído que usted merece, en función no sólo
de la necesidad sino también de su conducta. Si en algún
momento, la conducta de un beneficiario fuera contraria a los princi-pios
del judaísmo, en justicia también, la ayuda cesaría...
Con respecto a los donantes y los
miembros del Comité que recaudan los fondos nece-sarios,
igualmente nos han expresado su satisfacción en la forma
en que se desarrolla esta actividad, porque están seguros
que el dinero que aportan va a manos de personas que realmente necesitan
y merecen ser ayudados.
Como se explicó anteriormente,
consecuente al Fondo Tzedaka, ha ido desarrollándose el llamado
Fondo de Emergencias, del que en estos últimos tiempos, un
numeroso grupo de familias han podido afrontar la reparación
o renovación de equipos domésticos im-prescindibles.
Otras actividades de ayuda a miembros
de la comunidad, han sido la de lograr la adqui-sición para
la farmacia comunitaria, de una cantidad suficiente de Pentoxifilina,
medica-mento utilizado en los problemas circulatorios severos; así
como de espejuelos para los más necesitados, en que más
de ochenta personas han recibido completamente gratis, este servicio.
Por otra parte, con la ayuda de
nuestros buenos hermanos Stanley Falkenstein y el of-talmólogo,
Dr. Barry Leonard, hemos podido ayudar a más de ochenta personas,
sumi-nistrándole espejuelos que necesitaban.
Como resultado de los contactos
y visitas recibidas, fue surgiendo casi sin haberlo plani-ficado
otro campo de ayuda. Esta vez no se trataba de alguna prestación
específica a miembros de la comunidad judía de Cuba,
sino a un hospital pediátrico en la Ciudad de La Habana.
Todo surgió en el verano del año 2002, cuando coincidieron
en La Habana varios grupos de visitantes a nuestra comunidad, y
todos ellos habían traído medicamen-tos para la farmacia
comunitaria; no sólo eran medicamentos sino también
había nume-rosos materiales propios para hospitales, tales
como jeringuillas desechables, equipos de suero, guantes para cirugía,
etc. Al expresarnos su preocupación por ello, propusimos
que se tomara parte de estos medicamentos y suministros clínicos
y se donaran a un hospital para niños, y así se hizo
con el Hospital Pediátrico "Juan Manuel Márquez".
Esto, que pudo haber sido un acto
puramente coyuntural de una vez, se ha convertido en algo habitual
para numerosos grupos que nos visitan y contactan. Así, nuestra
Logia es una eficaz colaboradora de ese centro asistencial. En todo
este tiempo ha habido mo-mentos de una alta carga emocional. Uno
de ellos fue cuando un grupo trajo unas mu-ñecas tejidas
para repartir entre los niños hospitalizados. Lo importante
es que tales muñecas no habían sido compradas en una
tienda, sino que habían sido tejidas por una viejecita de
un asilo de ancianos en la ciudad de Los Ángeles, California,
que las había hecho especialmente para los niños de
ese hospital cubano, cuando se enteró que ese grupo planeaba
venir a Cuba y traer medicamentos y juguetes para el "Juan
Manuel Márquez". Otro ejemplo importante: Durante la
visita que hicieron a nuestro país un gru-po de jóvenes
estudiantes, miembros de la organización "Hillel"
de la Universidad de Cornell, de Itaca, New York, manifestaron su
deseo de hacer trabajo voluntario pintando un área del mismo
hospital, habiendo inclusive comprado la pintura para ello. Como
re-cuerdo ha quedado un mural hecho por ellos.
Nuevamente tenemos que decir, en
este caso también, que esto no es una "obra de ca-ridad"
a la vieja usanza que conocimos hace años, sino igualmente
una tzedaká, un acto de justicia. Ése o cualquier
otro hospital en Cuba, es al que van nuestros niños, los
nuestros y los de los demás; porque nuestra comunidad judía
no es más que un pequeño subconjunto de esa gran comunidad
que es el pueblo cubano.
A pesar de que estas actividades
de ayuda y colaboración han sido determinantes en el afianzamiento
del prestigio que hoy goza nuestra Logia, no queremos que ésta
sea la única vertiente de nuestro trabajo. Aunque hemos adoptado
la medida, desde hace tiempo, de terminar siempre nuestras reuniones
cotidianas con alguna conferencia sobre temas judaicos, esto es
sólo un primer paso para un programa de promoción
cultural que queremos desarrollar, que implique a los miembros de
nuestra organización y tenga vín-culos con el resto
de la comunidad judía e incluso fuera de ella. Hemos realizado
los pri-meros intentos, y estamos decididos a fortalecer de forma
notable este conjunto de acti-vidades tales como conferencias, exposiciones,
conciertos y cine debates.
Estamos trabajando con el firme
propósito de lograr que la B'nai B'rith sea uno de los grupos
más activos de la comunidad judía de Cuba. Que podamos
cumplir estos objeti-vos, depende únicamente de nosotros
mismos.
En mayo del 2003 celebramos el 60º
aniversario de la fundación de la B'nai B'rith en Cu-ba.
Tuvimos la dicha de tener entre nosotros para la celebración,
a nuestros hermanos Stanley Cohen, Stanley Falkenstein y June Safran,
así como a un grupo de intelectuales cubanos.
En octubre del 2003, fuimos
honrados con la visita del Sr. Joel Kaplan, Presidente de la B'nai
B'rith Internacional. Éste fue un importante evento para
nosotros, y sentimos una gran satisfacción cuando le oímos
expresar su satisfacción por nuestro trabajo.
Contacto
Isaac Roussó Lilo (Presidente)
Teléfono: 832 2730
E-mail: iroussolilo@yahoo.com
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